Como madres que somos tenemos cada día la maravillosa oportunidad de influir en la vida de nuestros hijos e impulsarlos de manera positiva. Cada uno de nuestros hijos en algún momento necesitará un “empujón positivo” en la vida, y quien mejor que la madre para dárselo?!
Una palabra entusiasta, que anime, una sonrisa amorosa, una corrección con firmeza y ternura, un oído atento, una oración de apoyo pueden ser justamente lo que un joven necesita para enviarlo en la dirección correcta. A través de nuestro apoyo afirmativo y de nuestro cuidado amoroso, estamos en una posición única para ayudar a nuestros hijos a que realicen sus sueños y alcancen el potencial que Dios les ha dado.
Cada una de nosotras, como madres de nuestros hijos, podemos hacer que el mundo sea positivamente diferente para ellos. Nunca hubo una época tan crítica para que nuestros hijos experimenten el poder de una madre positiva que ésta!!
Podemos ganar la cantidad de dinero que sea trabajando fuera de casa, podemos tener las más grandes satisfacciones en nuestra profesión, y eso es maravilloso…pero hay ciertas cosas y detalles que no tienen precio como lo son: cocinarles su comida preferida, hacerlos sentir especiales el día de su cumpleaños, levantarnos a atenderlos por la noche porque tuvieron una pesadilla o porque están enfermos, ser juez en pleitos entre hermanos, hacerles barra en un partido de futbol, rascarles la espalda o “hacerles piojito” cuando están acostados y a punto de dormir, hornear pizza o galletas calientitas para un refrigerio al llegar de la escuela, contar cuentos a la hora de dormir, tomarlos de la mano cuando los vacunan o pasan por alguna prueba, abrazarlos fuerte, sonreírles, animarlos y que sepan que confiamos y creemos firmemente en ellos y muchos, muchos momentos más…..Hay tantas cosas que el dinero no puede comprar y todo esto hace que su corazón se llene de lo mejor!
🦋Esos primeros años donde todo lo absorben.
Esas edades maravillosas donde todo lo que uno les transmite con el ejemplo, nuestra creatividad y lo que ellos viven y todo lo que se les graba de una manera única y especial. Muchas veces nuestros hijos no nos escuchan, pero siempre nos ven. Por eso el cuidado que debemos tener con nuestras acciones, al comunicarnos con ellos, corregirlos e inculcarles valores y palabras de poder que más adelante serán herramientas poderosas y útiles para su vida.
Existen muchas acciones positivas que podemos implementar con nuestra creatividad para hacerlas con nuestros hijos – especialmente cuando están más pequenos, y también cuando ya están grandes lo que se acostumbraba podemos hacer que pase a otro nivel, aún así, sin dejar de tener detalles de poder con ellos – acorde a su edad y sus momentos.
🦋Enseñarles a vivir en agradecimiento.
Antes de dormir y de hacer su oración, es muy valioso sentarse un ratito sobre su cama para agradecer las muchas cosas vividas durante el día. Eso lo podemos hacer un momento sagrado al final del día, escuchar de sus boquitas tantas y tantas cosas que aveces ni uno mismo ve y valora tanto como ellos.
Recuerdo que un día hablando con uno de ellos me dice: “mami, que significa GRATITUD?”… tantas veces le había dicho esa palabra de formas diferentes: dar gracias, agradecer, ser agradecido, capital de gracias y cuando le hablé de vivir en gratitud cada día, salió de repente la incognita inesperada. Aveces creemos que todo lo entienden y que lo captan, pero no siempre es así, por lo que debemos tratar de ponernos al nivel de ellos y explicarles las cosas lo más claro y sencillo posible.
Tengo alguno que otro “diario de gratitud” guardado por ahí, pero los recuerdos más gratos y maravillosos muchas veces no quedan escritos en papel, los atesoramos dentro de nuestro corazón y nuestra memoria para siempre.
🦋Enseñarles a vivir una vida a colores
Así empecé a ampliarles el panorama poco a poco conforme iban creciendo.
A que niño no le gustan los colores? Y entre más fuertes y llamativos mejor!
Así empecé a enseñarles que nuestra vida puede ser vivida a colores. Y que la elección es nuestra, de nadie más!
Les decía: “sabes lo que es un día gris? Que representa un día gris para ti?”…empezaba la lluvia de ideas: “un día gris es un día frío, un día sin color, oscuro, diferente, opaco”
Entonces, esos días gris de nuestra vida, que a veces se presentan así por muchas y diferentes situaciones, los podemos transformar en días de bellos colores….
Cómo aportamos color a nuestros días? Les preguntaba…
Aportamos color jugando, siendo felices, dando, ayudando, aprendiendo algo nuevo, comiendo postres – dijo el más comelón!
Es como si tuviéramos una paleta de colores en su mano y Uds mismos ese día gris pueden transformarlo en un día lleno de hermosos colores: con su buena actitud, ayudando a alguien que lo necesite, dando alegría a un amigo, haciendo sus tareas cada día, marcando la diferencia de manera positiva en las pequeñas y grandes cosas que hacemos, viendo el lado bueno de las situaciones que vivimos y aprender de ellas. Todo depende de nuestra actitud ante la vida, ante las cosas que nos sucedan.
Las ideas, preguntas y comentarios que salían en torno a este tipo de conversaciones me encantaban y las disfrutaba muchísimo.
🦋Motívalos positivamente
Para ser madres positivas necesitamos “ser estudiantes” de nuestros hijos, esto es que, para ayudarlos a crecer y madurar en todo su potencial, tenemos que conocer a nuestros hijos, comprenderlos y reconocer tanto sus áreas fuertes como sus debilidades, debemos ayudarlos a descubrir sus tendencias. Una vez que ellos descubran y les ayudemos a señalar la dirección que Dios ha establecido para ellos, entonces podremos ser el viento en sus velas, ayudarles a alcanzar su destino con sus propias metas y sueños.
En algunas ocasiones lo que vemos son los peores atributos que tienen nuestros hijos. Nos enfocamos tanto en lo que nuestros hijos no pueden hacer, que fallamos en lo que si son capaces de hacer. Cada niño nace con ciertas habilidades y talentos que puede ofrecer al mundo y como madres necesitamos identificar estas cosas y ayudarles a desarrollarlos.
🦋Seamos creativas
Esos pequeños detalles que muchas veces marcan la diferencia en la vida de nuestros hijos. Utilicemos esa creatividad de acuerdo a nuestra personalidad para poner ese toque personal de madre en la vida de cada uno de ellos.
Algunas veces he notado que cuando les he dejado “notas especiales” en ciertos lugares con frases claves, hacen maravillas y han sido como una inyección de poder y motivación para ellos.
Dejarles notas – en ciertos momentos – sobre la almohada, en su lonchera, en los zapatos, notas pegadas en el espejo del baño, entre las hojas de los libros de lectura, en su escritorio de estudio, en la manivela o en el espejo retrovisor del carro…donde sea que escojamos dejarla, con frases de poder de acuerdo a lo que estén viviendo en ese momento como: éxito en tu reunión de trabajo, creo y confío en tus capacidades, te irá muy bien en el examen, estoy muy orgullosa de ti, que tengas un día fantástico y especial, estoy orgullosa de ser tu mamá, estoy aquí para lo que necesites…esas frases firmadas con un “te ama Mamá” pueden hacer maravillas en la seguridad y el auto-reconocimiento de nuestros hijos.
Después verás que esas notas las guardan o las pegan en un lugar especial y a la vista para estarlas recordando ellos mismos. Eso te hace ver la importancia y la gran diferencia que podemos marcar en sus vidas con algo tan simple pero poderoso a la vez.
No hay estímulo que motive más a los jóvenes hacia el bien que el saber que sus mejores cualidades son tomadas en cuenta y apreciadas por su mamá.
🦋Corrijamos con firmeza y ternura
Una madre positiva busca sacar de cada situación lo mejor, y esto quiere decir que también hay que enseñarles a aprender de lo sucedido. Cada error, cada equivocación trae consigo grandes enseñanzas para la vida.
En toda situación de vida hay un aprendizaje que nos ayudará a ser mejores. Y esto se lo podemos transmitir a nuestros hijos y así aprenderán a aplicarlo a lo largo de su vida.
Cada vez que tengamos que aplicar alguna corrección hagámoslo con firmeza y ternura. No los condenemos a ellos por las situaciones vividas o malas decisiones, de todo se aprende cueste lo que cueste. Si tienen su cuarto desordenado, no les digamos: “eres un desordenado!”, sino más bien enfoquémonos en la acción o el hecho: “tu cuarto está muy desordenado- ordénalo!”. Porque el SER es sagrado, y tiene una fuerza impresionante en la vida de cada persona. Y si les hacemos creer que son tal o cual cosa se lo creerán tarde o temprano y cada vez será más reforzado.
Si realizan alguna acción indebida, sea lo que sea, decirles que no han sido educados para eso, que sus valores y educación van en dirección de algo más grande, noble y bueno. Centrémonos en la acción, en el hecho, nunca en el SER….
Así como Dios repudia el pecado y ama al pecador, de igual forma actuemos nosotros: haciéndoles ver y recalcando su acción, no su ser…usemos esa pedagogía divina, la misma que Dios usa con nosotros sus hijos. Una pedagogía de amor, confianza, firmeza y ternura.
Lograr educar en la libertad y lograr con firmeza y ternura que obedezcan por convicción y no por temor, es otro punto importante para practicar. Que sepan e interioricen porque deben tener auto restricción con el uso de electrónicos (por ejemplo) y no por el temor al castigo o quitarles privilegios. Aveces debemos acudir a ellos, sin embargo lo ideal es ayudarlos a alcanzar esa convicción y conciencia necesaria para poder decir no, hacer lo que crean correcto ante diferentes situaciones que la vida les presente. Poco a poco, encaminándonos a lograrlo un día de repente nos damos cuenta que ya grandes, sus decisiones las toman con conciencia y convicción – aun no exentos del error por su propia humanidad – pero es donde nuestro esfuerzo, amor y dedicación se ven compensados. Es donde empezamos a cosechar todo aquello que con firmeza y ternura sembramos en ellos.
🦋Conéctate constantemente con la fuente de energía.
Un instrumento antes de ser tocado, debe ser afinado, un perfume no esparce su aroma si está vacío, de igual forma nosotras como madres debemos cada día conectarnos a esa fuente de energía maravillosa y llenarnos de ella.
Como madres no somos perfectas, nos equivocamos infinidad de veces, por ese motivo necesitamos ayuda idónea, estar conectadas a la fuente, a Dios, pedir su sabiduría para actuar, para poder detectar a tiempo y guiar, actuar de manera eficaz, a pesar de nuestros errores y nuestra vulnerabilidad.
Es confiar en Dios plenamente y reconocer que nosotras – con nuestra humanidad – somos limitadas y que cuando ya hemos hecho todo lo humanamente posible, lo demás lo ponemos en manos de Dios para que sea Él quien actúe y dirija nuestra vida y la de nuestros hijos con ese amor infinito que sólo viene de Él.