Existen cuatro tipos de operaciones básicas: la suma, la resta, la multiplicación y la división. Y existen dos tipos de personas: las personas que suman y multiplican y aquellas personas que restan y dividen.

Qué tipo de persona estás siendo en tu vida? Cómo influyes, y de qué manera en la vida de los demás? De qué tipo de personas te estás rodeando?

Las personas que suman y multiplican son todas aquellas personas que nos motivan a seguir, a avanzar, que nos elevan con sus palabras, que nos ayudan a multiplicar nuestros esfuerzos cuando nosotros mismos creemos que ya no tenemos más, son todas aquellas personas que aportan bienestar a nuestra vida, que aportan propósitos y buenos mensajes, dan inspiración y fuerza con sus palabras los que se esfuerzan por transformar su entorno, su medio. Son personas que nos impulsan a actuar de manera positiva, personas que escuchan y no nos juzgan, personas que dan soluciones, personas que llenan de color y luz nuestra vida, personas que son ejemplo de vida para nosotros por una vida positiva, elevada y con altos propósitos y gran sentido.

Las personas que restan y que dividen son los que muchas veces nos disminuyen las fuerzas porque siempre tienen comentarios negativos que aportar, son personas que critican constantemente, que se pasan quejando por todo. Son personas que dividen matrimonios y familias enteras, son personas que dividen empresas y equipos de trabajo porque nunca ven lo bueno y siempre se centran y comentan lo negativo de cada situación. Restan energía, restan ganas, restan vida e ilusión.

Existen muchísimas cosas en nuestra vida que son lícitas y que nos podemos permitir, pero no todo nos edifica, no todo nos beneficia. Hay ciertas cosas, personas, actitudes y eventos que lo que hacen es minar nuestra energía, lo mejor de nosotros.

Debemos estar alertas y hacer constantemente una “desintoxicación emocional” o un “ditox emocional” y selectivo. Evitar a esas personas que restan y dividen, que no son sanas ni aptas para nuestra vida, para nuestra energía, para nuestro mundo y acudir más a esas “personas vitamina o medicina”, personas que suman y multiplican nuestra vida y nuestro mundo. Que nos “inyectan” de todo lo mejor, sano y noble que la vida nos ofrece.

Debemos aprender a ser selectivos, a tener ciertos filtros que nos ayuden a mantener y atraer lo mejor para nosotros y evitar lo que no nos aporta a nuestra vida.

Debemos ser más conscientes con lo que pensamos, con lo que hablamos, con lo que hacemos y también con las personas con las cuales nos rodeamos a diario.

No se trata de menos preciar a nadie, simplemente es pensar en nuestro bienestar y nuestra salud física y mental. De todos tenemos algo que aprender: saber qué hay actitudes lindas que puedo imitar porque me impulsan a ser mejor como también hay actitudes que para nada quiero imitar para mi vida – de eso también se aprende. Es cuestión de saber diferenciar y poder escoger lo mejor.

Tu puedes hacer con tu vida lo que tú quieras, pero lo que decidas hablar, pensar, hacer y cómo relacionarte, va a depender mucho de lo que seas en esta vida.

Que todo esto te sirva para que valores e interiorices que estás haciendo con tu vida y qué tipo de persona sos: una persona que suma y multiplica o una persona que resta y divide…