Muchas veces nos proponemos asuntos laborales, personales, proyectos y objetivos hacia ciertas áreas específicas de nuestra vida. Y eso está muy bien!

Sin embargo, tenemos que considerar también, que nuestra familia, es y será una de las “empresas” o “alianzas” más importantes que debemos cuidar, valorar y hacer crecer, aveces la dejamos de lado por múltiples ocupaciones y porque quizá creemos que la tenemos “segura y bajo control”, pero es una de las áreas que más atenciones, cuidados, dedicación, esmero y amor se merecen de parte de cada miembro que la integra.

Es dentro de esta área específica en la cual deberíamos concentrarnos fuertemente en varios aspectos de nuestra vida, los cuales ayudarán a fortalecer nuestras relaciones familiares y a aportarnos más alegría y satisfacción a nuestros días. Algunas de las tantas acciones existentes que podríamos empezar a considerar pueden ser:

1- Sentarnos frecuentemente a la mesa en familia – como mínimo una vez a la semana – aunque lo ideal es todos los días .

2- Apagar el televisor cuando estamos comiendo o conversando algún tema específico juntos.

3- Apagar o guardar y silenciar los teléfonos celulares, que el único ruido sea el de nuestras voces.

4- Hacernos más cariño, darnos más abrazos de corazón a corazón, tratarnos bien, con respeto, esmero, consideración, entrega, compromiso y que reine siempre la alegría.

5- Saludarnos amablemente y despedirnos con amor, sonreír más, y alegrarnos profundamente al reencontrarnos después de un largo día de labor.

6- Crear en nuestros hogares un ambiente de paz y armonía, donde huela a comida, calor y amor humano, almohadones desordenados por compartir juntos en nuestro lugar de reunión familiar, cierto desorden que nos de razones y motivos suficientes de que ahí hay vida y amor al compartir juntos.

7- Tengamos contacto más frecuentemente con la naturaleza, escuchar sus sonidos, disfrutar y jugar más al aire libre.

8- Démonos tiempo para compartir con los abuelos, disfrutar de su gran sabiduría, de sus historias de antaño y los dulces recuerdos de los nietos que van creciendo, permitir y propiciar que éstos compartan con ellos, y así se impregnen de sus historias y recuerdos.

9- Tratemos de crecer en lo espiritual, independientemente de la relación y visión que tengamos de ello.Tanto la trascendencia y el sentido de la vida tiene que ver con la inteligencia espiritual.

10- Tratemos de dosificar la tecnología y hacer conciencia que muchas veces esta puede acercarnos a los que están más lejos, pero a su vez es un hecho que si no la dosificamos adecuadamente puede alejarnos de los que tenemos más cerca a nosotros.

Demos paso a largas conversaciones, a los juegos de mesa, los encuentros con la familia y amigos dentro de la casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias. Tomando acción y mayor conciencia de estos puntos podemos sumar a nuestra mayor felicidad, sabiendo que esto no nos exime de los problemas que la misma vida nos da y nos presenta, pero esto nos da a entender que la única diferencia entre una persona que decide ser feliz o no es la actitud con la cual se enfrenta ante cada desafío de cada día y para esto se requiere voluntad de trabajar y también una mayor toma de consciencia para estar alertas y actuar – tomando acción hacia aquello que queremos lograr y alcanzar. Dándole su lugar, valor y tiempo a lo que realmente nos es importante, nos es prioridad y queremos hacer crecer porque nos aporta felicidad y unión a nuestros días en común.