Hace unos días escuché a alguien decir la expresión: “la RUTINA mata!”….

A veces nos quejamos por nuestra rutina del día a día, y claro…hay rutinas de rutinas! Y personalmente creo que la rutina más difícil de sobrellevar es aquella que no nos gusta, aquella que nos aburre y que a pesar de todo no hacemos nada – absolutamente nada- para darle un toque diferente y tratar, en medio de todo, de hacerla más amena, o buscar la forma de salirnos sutilmente de ella para luego retomarla con más ganas y energías renovadas.

Aveces no es lo rutinario el problema, el tema real en esto es el aburrimiento que nos causa lo que hacemos. Lo aburrido es el cómo hacemos o llevamos a cabo lo que realizamos, no el qué hacemos o realizamos.

Sin embargo tenemos que tomar en consideración que muchas veces la rutina nos recuerda que tenemos trabajo, tenemos comida en nuestra mesa, que tenemos una buena salud, nos recuerda que tenemos a nuestros seres queridos cerca de nosotros y muchísimas cosas más por las cuales estar agradecidos con Dios y con la vida!

Lo que mata no es la rutina en si, sino es la falta de color y luz que aportamos a nuestros días en medio de esa rutina, la falta de motivación y pasión con la que hacemos las cosas. En definitiva, la manera en cómo hagamos nuestras labores de cada día y la actitud positiva y divertida y creativa que pongamos en todo, marcará sin duda la gran diferencia.

La rutina es un mecanismo que nos brinda cierta “seguridad” ya que muchas veces minimiza los imprevistos y además nos permite ahorrar tiempo al evitar las tareas poco frecuentes. Es por eso que aun dentro de nuestra rutina diaria debemos aportar detalles, acciones e ideas para “romper” de vez en cuando esa rutina y hacerla más entretenida y amena en medio de las labores diarias que debemos cumplir.

En otras palabras: hacerla divertida, esta palabra viene de diversión, diverso, variado, distinto, aportar creatividad.

Piensa: que parte de tu rutina diaria te causa aburrimiento? De qué manera puedes usar tu creatividad y una nueva actitud para transformar ese punto específico y convertirlo en algo divertido y ameno?

Que al finalizar nuestro día podamos estar satisfechas de nuestra labor cumplida, sea lo que sea que hagamos, hagamos las cosas ordinarias de manera extraordinaria – de esa manera no nos sentiremos viviendo día a día nuestra rutina diaria, sino que finalizaremos el día con la satisfacción y el placer de un trabajo bien cumplido, donde dimos lo mejor de nosotras, con amor, pasión y alegría! Esta será una manera diferente de marcar y hacer la diferencia cada día.