Cada día tenemos la opción de quejarnos por todo y por cada cosa que nos sucede o ser realmente felices por cada detalle que la vida nos ofrece… todo esto depende de nuestra decisión, de cómo escojamos hacerle frente a nuestro día.
Hoy podemos quejarnos porque el día esta lluvioso, o podemos dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas por la lluvia.
Hoy podemos quejarnos de nuestra salud, o podemos regocijarnos porque estamos vivos.
Hoy podemos lamentarnos de todo lo que nuestros padres no nos dieron mientras estábamos creciendo, o podemos sentirnos agradecidos de que nos permitieran haber nacido.
Hoy podemos auto compadecernos por no tener muchos amigos, o podemos emocionarnos y embarcarnos en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy podemos quejarnos porque tenemos que trabajar, o podemos gritar de alegría porque tenemos trabajo.
Hoy podemos quejarnos porque tenemos que estudiar, o podemos abrir nuestra mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy podemos murmurar amargamente porque tenemos que hacer las labores del hogar, o podemos sentirnos honrados porque tenemos un techo para nuestra mente, cuerpo y alma.
Hoy, el día se presenta ante nuestros ojos esperando que le demos forma y aquí está, el escultor que tiene que darle forma. Lo que suceda hoy dependerá de ti, de cada uno de nosotros…debemos escoger qué tipo de día queremos vivir.
Vive tu vida con los pies puestos sobre la tierra, pero con los ojos y el corazón bien puestos en el cielo.