Escrito por: Charles Duhigg
Libro súper recomendado para poder comprender por qué hacemos lo que hacemos y entender cómo funcionan los hábitos y cómo poder transformar los hábitos “malos” – o hábitos negativos o perjudiciales – por otros que nos aporten lo que con nuestra voluntad queremos lograr.
Este libro argumenta que sí es posible cambiar hábitos si entendemos cómo funcionan. Enseña que los hábitos surgen porque el cerebro siempre está tratando de “esforzarse menos”. Intenta convertir cualquier rutina en hábito, para descansar. Aunque eso también puede ser peligroso, porque entonces hay hábitos que pueden surgir sin darnos cuenta y que quizá los cuales pude ser que no sean precisamente hábitos positivos para nuestra vida. Lo importante de estar alertas y activar nuestra conciencia.
Un hábito es toda conducta aprendida que se adquiere en el tiempo de modo sistemático y que requiere de poco raciocinio, éstos operan y se forman de manera separada en una parte de la memoria de nuestro cerebro. La memoria se almacena en el hipocampo, caso contrario de los hábitos los cuales se alojan en los ganglios basales del cerebro. Nuestro cerebro siempre busca seguir rutinas para ponernos en piloto automático, es como un ahorro de esfuerzo que realiza en cada labor que llevamos a cabo como por ejemplo: echar marcha atrás, parquear, desayunar, conducir al trabajo, montar bicicleta, escribir, etc…Es por esa razón que surgen los hábitos , porque nuestro cerebro trata siempre de esforzarse lo menos posible.
Vemos además como el cerebro no distingue entre un hábito negativo para nuestra vida o un hábito positivo, no lo sabe diferenciar. Lo bueno es que los hábitos se pueden cambiar o sustituir. La clave es empezar a conocer que el hábito no funciona de manera aislada, va acompañado de una SEÑAL, la cual deberemos detectar y esta a su vez dará una RECOMPENSA. Ambas: señal y recompensa no son sustituibles, es la RUTINA la acción que podemos modificar y sustituir y asi crear un nuevo hábito en nuestra vida.
A lo anterior se le conoce por el autor como el bucle o ciclo del hàbito:
SEÑAL: Es la que da la orden a nuestro cerebro para realizar una acción. No es sustituible.
RUTINA: Es la acción o ritual, es el hábito en si. Si es sustituible y modificable.
RECOMPENSA: es el premio, satisfacción que recibimos o buscamos obtener. No es sustituible.
Pero si aprendemos a observar las señales y las recompensas podemos cambiar las rutinas.
Los nuevos hábitos se crean uniendo una señal, una rutina y una recompensa. La señal, además de activar la rutina, también debe activar el ansia de la recompensa futura.
La regla es: Si usas la misma señal y proporcionas la misma recompensa, puedes alterar la rutina y por consiguiente cambiar el hábito. Consiste en cambiar los comportamientos hasta que las acciones se hagan automáticas, pero la mayoría de las veces no es algo físico, sino mental.
Muchas veces, la creencia es el ingrediente que convierte el Bucle del Hábito en un comportamiento permanente. La creencia de que las cosas estarán bien en algún momento. Entonces para que los hábitos cambien para siempre, la gente debe CREER que si es posible y poseer la voluntad sufíciente para disponerse a cambiar y modificar esa rutina.
Es importante también reconocer que los hábitos fundamentales, una vez adquiridos, nos hacen cambiar otros viejos hábitos y adquirir otros hábitos secundarios. Por ejemplo el hábito de hacer ejercicio nos lleva a otros hábitos como el de cambiar los hábitos y estilos de alimentación, dejar de fumar y consumir menos licor – por ejemplo.
Si te concentras en cambiar o cultivar hábitos clave, podrás lograr cambios generalizados. Los hábitos clave ofrecen lo que se conoce como “pequeños triunfos” y promueven que otros hábitos florezcan. Este fue el caso que nos presentaron en el libro con una empresa llamada Alcoa, cuyo gerente general de la compañía quiso mejorar la seguridad de sus empleados y disminuir los accidentes laborales. Ese hábito llevó a la empresa a otros hábitos como disminuir los costos operativos y de producción y un aumento en los ingresos netos de la empresa.
La fuerza de voluntad, que es uno de los hábitos más importantes para la vida, es un músculo y se cansa si se esfuerza. La lección es que si le pides a una persona que haga algo que sienta que es su elección, le produce menos desgaste. Si por el contrario, sólo está siguiendo órdenes, el músculo de la fuerza de voluntad se agota. Infundir la sensación de que se tiene el control y que se posee más autoridad, permite aumentar la energía y la concentración.
Así como la selección de hábitos claves puede generar cambios asombrosos, los hábitos equivocados pueden engendrar desastres y a veces, es precisamente durante las crisis que pueden surgir los hábitos. adecuados.
Para que una organización funcione, sus líderes deben cultivar hábitos que fomenten una paz auténtica y de forma paradójica, también hábitos que dejen bien claro quién manda. De hecho, el libro expone la experiencia de empresas que han descubierto que aprender reformas sólo es posible cuando la crisis permite reconstruir los hábitos organizacionales. Las crisis nos dan la oportunidad de hacer cosas que antes eran imposibles.
Nos enseña una lección sobre el poder de los hábitos sociales que tienen la capacidad de cambiar el mundo, porque la base de cualquier movimiento tiene un proceso de 3 partes:
#1. Los movimientos empiezan por los hábitos sociales de amistad y los fuertes vínculos entre personas que se conocen bien.
#2. Crecen por los hábitos de una comunidad y los vínculos débiles que unen a los vecindarios y los clanes.
#3. Y se mantienen porque los líderes del movimiento infunden a los participantes nuevos hábitos que generan una sensación fresca de identidad y sentido de pertenencia.
Por lo general, sólo cuando se cumplen las 3 partes del proceso los movimientos son capaces de impulsarse a sí mismos y llegar a las grandes masas. Los vínculos débiles solían ser más importantes que los sólidos, por presión social.
Es posible cambiar los hábitos si entendemos cómo funcionan. Debes tomar la decisión de cambiarlos, una vez que sabes que el hábito existe. Si entendemos cómo se forman los hábitos podemos reconstruir esos patrones de la forma en que queramos. En cierto sentido, ese es el punto de este libro: Una vez que entendemos que es posible cambiar los hábitos, tenemos la libertad de reconfigurarlos y así, es más fácil asumir el poder de los hábitos en nuestra vida.
Todos pasamos por periodos en los que sabemos que necesitamos cambiar. No obstante, a veces se requiere algo más, exponerse a la idea correcta, escuchar historias con las que nos sintamos identificados, recibir cierto tipo de impulso que haga que el primer paso parezca estar al alcance de la mano.
Los hábitos importan. Necesitamos ver las pequeñas victorias para creer que somos capaces de ganar la gran batalla, por larga que sea.
Sin importar qué tan grande es nuestra fuerza de voluntad, recaemos de forma ocasional, pero si tenemos un plan para asegurarnos que algo no se convierta en un hábito, es más fácil retomar nuevamente el camino correcto.
A quien le interese obtener información más detallada del libro, aquí dejo este link de consulta adicional:
https://www.leadersummaries.com/ver-resumen/el-poder-de-los-habitos