El Dr. Juan Hitzig, reconocido gerontólogo, dedicado a estudiar las causas de la longevidad, sostiene con humor que el cerebro es un músculo fácil de engañar. Si sonríes cree que estás contento y te hace sentir mejor. Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emoción, movimiento) un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e inclusive la muerte. Con los años, el doctor Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar.
Las conductas R: resentimiento, rabia reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión son generadoras de cortisol, la potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en la sangre es letal para las células cerebrales y los tejidos arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio cerebro vasculares.
Las conductas R generan actitudes D: depresión, desánimo, desesperación, desolación.
En cambio las conductas S generan: serenidad silencio, sabiduría, sabor, sueño, sonrisa, sociabilidad, sedación, son motorizadoras de la serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular. Las conductas S generan actitudes A: ánimo, aprecio, amor, amistad, acercamiento.
Resulta notorio que lo que siempre se llamó “tener mala sangre” no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina. El doctor Hitzig, comparte estas reflexiones: presta atención a tus pensamientos, pues se hacen palabras. Presta atención a tus actitudes, pues tus actitudes serán tu conducta. Presta atención a tu conducta pues se harán tu carácter y tu carácter se hará tu biología.
El poeta Rabindranath Tagore decía: “si tiene remedio, de qué te quejas? Y si no tiene remedio, de qué te quejas?”. Lo anterior podría servirnos para aprender a dejar de lado la queja y los pensamientos negativos. El doctor ha comprobado que quienes envejecen bien son las personas activas, sociables y sonrientes. No las rezongonas, quejosas, malhumoradas y avinagradas que nadie quiere tener cerca. Podrías empezar hoy practicando las actitudes S para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud.
Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? Que abunda más en tu vida actitudes S o R? Viste como casi todo es cuestión de actitud!