Todos, ahí mismo donde estamos, en nuestro hogar, en nuestro trabajo, en nuestro mundo, podemos marcar la diferencia…marcamos la diferencia con nuestro trato a los demás, con nuestra actitud, con nuestra manera de ser, de comportarnos…
Sin duda en tu vida tendrás ejemplos de personas que por diferentes motivos marcan la diferencia con lo que hacen. Es como si de lo ordinario hicieran lo extraordinario cada día!
En un puesto de pipas
“Juan Pipas”, un señor que vive muy cerca de una hermosa playa, se gana la vida vendiendo pipas. Nadie más tiene su espacio de venta tan limpio y acogedor. Los deportistas que pasan por ahí y los sufeadores que frecuentan la zona ya lo conocen. Un hombre fuerte y optimista que siempre tiene alguna historia que contar.
Hace un tiempo le diagnosticaron cancer, ha estado hospitalizado y supe que estaba viajando – tres veces por semana – al hospital para que le aplicaran radiación.
A pesar de su situación, seguía trabajando 2 veces a la semana, seguía manteniendo el espacio de venta de su negocio a orillas del mar nítido: sin basura, sin hojas, y con las mismas pipas vacías hizo un camino que conducía a la playa.
Una vez nos dijo que: “bastaba con estar unas horas en un hospital para darse cuenta del valor de la vida, y ver que existen muchas personas peor que uno…” Nunca perdió la esperanza…
A Juan Pipas hace poco lo vimos de nuevo después de varios meses de notar su ausencia. Dichosamente nos contó que superó el cancer, y de nuevo sigue cuidando su espacio de venta y recogiendo las basuras que muchos otros visitantes dejan- su presencia se echó de menos para todos los que a lo largo del año frecuentamos la zona – en medio de su sencillez y humildad – marcó la diferencia y la sigue marcando todo el tiempo en su puesto de pipas en la playa✨✨
Un médico atento y pendiente.
Cuando nuestros hijos son pequeños uno quiere un médico disponible, presente, accesible.
Un día de tantos me sorprendieron las atenciones de un médico atento a la enfermedad de el niño pequeño de una amiga cercana. Aún fuera de la ciudad, el médico monitoreaba al niño por teléfono cada cierto tiempo y le daba múltiples recomendaciones a su madre hasta ver su mejoría.
No pude más que pedir el contacto de aquel médico y desde entonces seguí llevando a mis hijos donde ese doctor. En todo momento, sus atenciones, su presencia, incluso a pesar de su trabajo con otros pacientes, seguía atento a saber del avance de la salud de alguno de mis pequeños. Un profesional verdaderamente entregado a su labor. Definitivamente siempre marcó notablemente la diferencia de tal forma que mis hijos decían siempre que ese doctor era “el mejor médico pediatra del mundo!” En su momento para ellos lo fue, para mi también!
Cuidando la vía.
En un paso de calle, cerca del colegio de mis hijos, desde hace un tiempo se puso en señor a “dirigir” y regular el tránsito vehicular. Es un paso un poco complicado, que con su colaboración ha mejorado y fluido mejor el transito, incluso se han evitado accidentes los cuales antes eran más frecuentes. Una forma de ganarse la vida – porque incluso hay gente que por agradecimiento le da algo de dinero – sentirse útil y a la vez aportar un poco a los demás.
Cada vez (que son muy pocas) que ese señor no está al frente de la situación guiando el paso- se nota su ausencia con un “pequeño caos” vial en esa estrecha calle.
Una vez más lo digo: nosotros mismos, donde quiera que estemos, podemos marcar la diferencia. En nuestro metro cuadrado, en nuestro propio mundo, en nuestro entorno, en nuestro hogar.
Podemos facilitar las cosas, ser más agradables antes los demás, que nuestra ausencia se note de alguna forma!
Aquí les dejo esta pequeña reflexión que no sé y tampoco recuerdo cómo llegó a mis manos, pero me gustó:
“Cada minuto alguien deja este mundo atrás.
Todos estamos en “la fila” sin saberlo.
Nunca sabremos cuántas personas están delante de nosotros.
No podemos movernos al fondo de la fila.
No podemos salirnos de la fila.
No podemos evitar la fila.
Así que mientras esperamos en línea:
Haz que los momentos cuenten.
Haz prioridades.
Haz el tiempo.
Da a conocer tus cualidades.
Haz que la gente se sienta importante.
Haz oír tu voz.
Haz cosas grandes de cosas pequeñas.
Haz sonreír a alguien.
Haz el cambio.
Haz el amor.
Haz la paz.
Arréglate.
Asegúrate de decirle a tu gente que los amas.
Asegúrate de no tener arrepentimientos.
Asegúrate de estar listo”.
AUTOR DESCONOCIDO