Cuantas veces pensamos en encontrar un gran amor, alguien que nos acompañe en nuestro caminar por la vida….y nunca nos planteamos que nuestro gran amor, nuestro amor eterno, quien nos acompañará hasta el último día de nuestra vida somos NOSOTRAS MISMAS!!!
Sin caer en idolatría y sin egocentrismos enfermizos, descubrir que ese amor, ese reconocimiento, ese cuidado, esa atención no la podemos recibir de nadie más que de nosotras mismas.
Reconocer sanamente que en la medida en que nos cuidemos, nos atendamos, nos entreguemos a nuestro cuidado, estaremos en mejor disposición de poder dar y brindar todo ese cuidado, atención y entrega a los demás.
Ama a los demás, cómo te amas a ti misma. Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti….todo empieza por ti, dentro de ti, en tu mundo interno.
En la medida en que tu estés bien, estará bien todo a tu alrededor, en la medida en que te cuides, serás capaz de cuidar a los tuyos, en la medida en que te ames, estarás en disposición de amar a los tuyos! Tu eres tu gran amor, quien te acompañará hasta el último día de tu vida. ÁMATE!!
Nuestra vida es tan sensible, tan frágil, tan cambiante que en cualquier instante puede transformarse de la noche a la mañana…por eso VIVÁMOSLA de la mejor manera posible, amemos, dejémonos amar, disfrutemos y aprovechemos cada instante haciendo el bien, dando lo mejor de nosotras mismas, haciendo de lo ordinario algo extraordinario…para que al final de nuestros días podamos decir: supe VIVIR, AMÉ, me AMARON y di mi luz y abrí mi corazón en cada momento que me toco vivir!!!
Fui mi amor eterno y solo así pude dar mi amor a los demás!!