Cuántas veces esta pequeña palabra persigue nuestra conciencia sin piedad? Cuántas veces hemos bombardeado nuestra mente pensando y preguntándonos cosas como: “si me hubiera animado?, si hubiera aprovechado la oportunidad?, si lo hubiera traído?, si lo hubiera llevado?, si lo hubiera comprado?, si le hubiera dicho?, si hubiera ido?, si hubiera hecho?”…Y mil hubieras más!!!

 

Pensemos en el HUBIERA, pero no en relación al posible presente o pasado – del cual ya no podemos hacer absolutamente nada – sino, más bien como ejercicio para enfrentar mejor futuras situaciones, para tratar de no lamentarnos por cosas que ya sucedieron y que se hicieron de la manera que se hicieron y dieron el respectivo resultado.

Así es que lo mejor es volvernos asesinos del HUBIERA, sepultarlo y revivir el ESTAR, evitando así truncar nuestro futuro cada vez que nos detenemos a lamentarnos por cosas que al final nunca efectuamos y que en definitiva ya pasaron.

 

Hagamos las paces con el pasado, eso nos traerá mayor felicidad en el aquí y en el ahora – hoy.   Lo que se hizo, se hizo y de la manera que se hizo.  Porque el placer de la vida no es recordar las cosas que dejamos de hacer o que pudimos hacer diferente en su momento, sino a cambio se trata de luchar por las cosas aparentemente inalcanzables  que nos quedan por delante, por hacer, lograr y alcanzar.

Dicen que no hay peor nostalgia que añorar lo que nunca jamás sucedió – así es que vivamos mejor aprovechando grandemente lo que acontece ahora mismo –   

Por eso me repito una y otra vez, cada vez que mi mente me lleva a pensar brevemente en el HUBIERA:  “El hubiera” no existe!!, existe sólo este momento, existe lo que hacemos y decidamos hacer aquí, existe una próxima vez… y así automáticamente me ubico en el hoy y soy más feliz!!