Cómo madres siempre tendremos muchas y diferentes historias hermosas que contar de nuestros pequeños.

Esta simple historia me recuerda que cada momento de compartir con ellos podemos aprovecharlos para instruirlos y sembrar en ellos valores, costumbres, actitudes y formas de ver la vida que les quedarán guardados por siempre en su corazón.

Cuando estaban más pequeños, me valía de cada mañana, durante el momento del desayuno, para “sembrar” algo positivo en ellos. Era época lluviosa, y algunos días amanecía oscuro, un poco más frío de lo normal, otras veces lluvioso… en esos días aprovechaba para decirles: “vieron qué día más hermoso, más bello?! Hoy está fresquito, las plantas tienen agua, el sol está detrás de las nubes…” y así con varios calificativos positivos e ilustraciones para un día nublado y lluvioso.

Siempre les decía que no existía ningún día feo – como normalmente se escucha – les decía que todos los días eran diferentes….

Los chicos crecieron un poco más y un día de tantos una amiga – por alguna situación especial – me hizo el favor de llevarlos a la escuela.

Precisamente ese día era un día diferente, era un día nublado, fresco y un poco lluvioso, amaneció notoriamente diferente a lo habitual de la zona.

Mi amiga, cuando iban de camino, les dijo: “Chicos, vieron que día más feo hace hoy?”

De inmediato uno de ellos contestó: “No, doña Paula, hoy no es un día feo, no hay días feos; hoy es un día diferente”…

Cuando mi amiga llegó y me contó lo que había sucedido, yo no podía sentirme más feliz y satisfecha de aquello que escuché de su boca.

Una vez más viví por mi misma el gran valor que tiene el instruir a nuestros hijos para que vean la vida de una manera positiva, buscar siempre el lado bueno de las cosas, crear en ellos sensibilidad para admirar, descubrir, valorar y apreciar lo que la vida nos da y lo que cada día se presenta ante nuestros ojos.

Cada día, como madres, como padres, tenemos la posibilidad, la magia y el poder de influenciar de manera positiva en la vida de nuestros hijos. No perdamos esa maravillosa oportunidad!!

Cuál es tu historia?

Tienes una historia parecida que contar?Qué enseñanzas has hecho crecer en esas figuritas que todo lo absorben, que todo lo ven y que todo lo aprenden?

Dios nos dió una naturaleza sensitiva, por eso contamos con infinidad de instrumentos humanos que nos son dados y a los cuales podemos acudir para que podamos tener en nuestros pequeños una influencia positiva y enseñarles a ver la vida con la mirada de Dios.