Muchas veces hemos escuchado que nuestras expresiones, las cosas que nos decimos, nuestras palabras determinan en gran parte nuestro comportamiento y actitudes ante la vida. Nos van marcando una ruta, un camino.

Cuántas veces hemos escuchado o nos hemos dicho a nosotras mismas expresiones como: ‘Yo soy tonta”, ‘Yo soy estúpida”, Yo soy necia”, ‘Yo soy muy enfermiza’, “Yo soy nerviosa” … y muchas otras más expresiones que muchas veces sin saberlo nos etiquetan y nos diagnostican.

La clave está en aprender a usarlas y tomar conciencia de esas palabras para así potenciar algunos cambios.

Veamos algunos ejemplos:

Hay quienes dicen: “Soy de mal genio” – el “SOY” – nuestra mente lo encasilla como algo permanente, sin tener opciones de cambio. En caso contrario, al decir: “Estoy de mal genio” nos da la idea que podemos dejar de estar así.

No es lo mismo decir: “Soy desordenada” a decirnos “Hoy estoy desordenada con mi ropa” – por ejemplo. El SOY desordenada me indica que en todo soy desordenada y que no hay posibilidad de cambio, el ESTOY desordenada me indica que es en un área específica o parte de mi vida la cual requerirá mi atención para cambiarla, donde tengo la posibilidad de ponerme a trabajar en ordenar y así mi situación cambia.

Lo mismo al decirnos: Yo soy gorda o soy flaca…en nuestra mente, nuestro cerebro, no tenemos ninguna posibilidad de cambiar, así soy y punto. Lo encasilla como algo permanente, sin tener opciones de cambio alguno. A diferencia, si me digo: Hoy estoy gorda, estoy flaca… las posibilidades de cambio se abren al saber que puedo arreglarme y cuidarme y se da un proceso de cambio ya que dejaré de estar gorda o flaca cuando me lo proponga, es un estado momentáneo y por lo tanto es un estado pasajero, además radica en el presente y nos ofrece una valoración distinta hacia lo positivo.

No es lo mismo decir: “Soy una persona depresiva” a decir: “Yo estoy pasando por una depresión”.  Si yo me digo que soy una persona depresiva, todo lo que haga en mi vida es validar ese diagnostico y por lo tanto terminar comprobando que todo lo que hago y lo que observo tiene que ver con SER una persona depresiva.

Si me digo: ‘Estoy en una depresión”, podemos entender que es un estado transitorio y en la medida en que pidamos ayuda, en la medida en que abra mi corazón, se abrirán espacios en mi mente que me ayudarán a dejar de estar depresiva y pasar a un estado mejor y de cambio.

Debemos trabajar seriamente en esas palabras SOY y ESTOY, para así mover nuestros pensamientos y nuestra estructura mental al ESTAR, lo cual nos proporciona facilidad de cambio y apertura.

Sentimos conforme pensamos y el utilizar el SOY y ESTOY nos atrapan o nos liberan dependiendo de cómo los usemos.

Te invito a pensar y analizar esas frases que nos formulamos con el SOY y ESTOY, cuantos diagnósticos falsos tenemos que no están actualizados en nuestras vidas y nos hacen vivir de una manera que no nos hace bien.